Se ha oficializado lo que ya era un secreto a voces y una de las bombas del verano: Thiago Silva e Ibrahimovic eran confirmados como vendidos al PSG por el propio Berlusconi, propietario del Milan y además sendos comunicados por parte de la entidad parisina.
Ahora bien, ¿cómo afecta esto al resto del mercado futbolístico?.
De entrada, recordemos que no eran pocos los rumores que colocaban a Kaká de vuelta en San Siro. Dado el ingreso de 62 millones de euros su retorno parece más cerca que nunca, teniendo en cuenta que el Real Madrid ha intentado colocar al mediapunta por 30 kilos. Tácticamente el equipo italiano queda dañado en defensa,
pero no tanto en ataque. Recordemos que pese a que Ibrahimovic era la
estrella, aún conservan a Cassano -gran Eurocopa la suya- y Robinho, sin
olvidar a Pato, al que todos esperan que vuelva a ser el de antes de las
lesiones.
La zaga rossonera es la parte más delicada del equipo. Y es que tras las marchas de Nesta al Montreal y de Thiago Silva al PSG, tan solo quedan Mexes y un veterano de guerra como Yepes, nada serio para un club de la grandeza del Milan, por lo que tocará estirar esos 62 millones ingresados para fichar un central y presuntamente a Kaká. Deportivamente hablando, el equipo francés tiene la obligación de ganar la Ligue 1, un campeonato a priori inferior que el resto de ligas europeas. Hablando en plata, el objetivo real de semejante desembolso si le añadimos lo pagado por Lavezzi es la Champions League. Todo lo que no sea llegar a semifinales este que escribe lo interpreta como un fracaso de inversión.
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