La internacionalización de Valencia y Depor

En aquellos tiempos en los que el Barcelona se encontraba en plena travesía por el desierto de la mano de Van Gaales y Gasparts, y en los que el Real Madrid de Zidanes y Pavones apenas dejaba sitio a los Pavones, Deportivo de la Coruña y Valencia competían contra ambos en una lucha encarnizada por dominar el panorama futbolístico español.

En aquella vibrante y ahora tan lejana etapa la competición nacional era interesante y abierta, y aunque a los más jóvenes les cueste creerlo, equipos como Real Sociedad o Sevilla lograban entrar a formar parte de dicha batalla por el máximo cetro doméstico. Sin embargo, fueron coruñeses y valencianos los que consiguieron mantenerse en la élite durante años tanto en España como en Europa.

Sorprende a día de hoy recordar a un Valencia puramente español, con jugadores relevantes a nivel nacional como Cañizares, Palop, Curro Torres, Marchena, Albiol, Albelda, Baraja, Rufete, Vicente, Mista, Jorge López, Ángulo o Juan Sánchez. Año tras año el conjunto ché desplegaba sobre el campo onces españoles con futbolistas que además solían jugar con la Selección de manera regular. El Deportivo de aquella época poco o nada tenía que envidiar al Valencia en cuanto a la calidad de su producto nacional. Los Molina, Juanmi, Manuel Pablo, César, Romero, Fran, Víctor, Valerón, Tristán, Sergio, Capdevila o Luque conseguían que cada fin de semana el Deportivo de la Coruña de Irureta acaparase portadas de periódicos y telediarios con jugadores españoles. 

Por entonces era difícil encontrar jugadores extranjeros en el once de gala de Valencia y Deportivo, salvo en el caso de jugadores foráneos de gran calidad o con una larga experiencia en dichos equipos. Sin embargo, ahora todo parece haber cambiado. El Deportivo abandonó su hegemonía en el fútbol español y tocó fondo descendiendo a Segunda, mientras que el Valencia, a pesar de conseguir mantenerse en puestos de Liga de Campeones durante estos años, no ha logrado granjearse el favor popular en el siempre exigente (quizás a veces demasiado) campo de Mestalla.

De modo que ambos equipos decidieron apostar por nuevos proyectos. El Deportivo contrató a Oltra para salir del pozo y una vez de vuelta en la élite ha encontrado en el fútbol portugués un filón para recomponer su plantilla. Jugadores como Evaldo, Pinto, Oliveira, Salomao, Bruno Gama, Pizzi o Roderick llegaron al conjunto gallego tiñendo de luso lo que hace apenas diez años era español casi por completo.

El Valencia por su parte apostó por un hombre con experiencia en Mestalla como Pellegrino para reformar al equipo e intentar gustar a la afición. Para ello el conjunto ché, manteniendo la base de un infravalorado Unai Emery, ha creado un equipo que mezcla acento francés, argentino y brasileño con el castellano de hace unos años, y en el que Mathieu, Rami, Gago, Jonas, Feghouli o Piatti han logrado internacionalizar también al club del murciélago.

Y por ahora los resultados no son todos lo buenos que se podría esperar. Puede que Valencia y Deportivo no estén siguiendo la vía adecuada para volver a ser grandes. En un momento en el que el jugador español es un ejemplo a seguir en el mundo entero sería bueno que ambos equipos echaran la vista atrás e intentasen copiar la gestión que les llevó a lo más alto no hace muchos años, apostando principalmente por futbolistas de nuestro país. Puede que así valencianos y coruñeses consigan repartirse al menos las sobras de Real Madrid y Barcelona. Quizá ese sea el primer paso para volver a desbancar a los dos titanes, a día de hoy inalcanzables aunque Falcao luche por morderles la oreja.