La derecha de Ibai y la zurda de Duda

Para colocar bien la pelota, ya sea a balón parado, con un centro desde banda o con un pase largo, es necesario manejar dos aspectos. El primero de ellos es saber dónde mandar la bola, y el segundo, poder hacerlo.

Hay futbolistas que viven de su velocidad, y que cuando la pierden, se acaban. Existen también jugadores con olfato de gol, y otros con pundonor y garra. Asimismo hay futbolistas potentes, y otros regateadores. El caso es que un jugador suele contar con alguna de estas características. Si posee dos, es alguien a tener en cuenta. Si cuenta con más de dos, le espera un gran futuro por delante. Todo eso combinado, claro, con factores ajenos a sus cualidades físicas, tales como la personalidad o el contexto.


Existen futbolistas que, contando con una de estas características, consiguen ganar dinero con el fútbol durante mucho tiempo. No obstante, la velocidad o la potencia son cualidades que desaparecen con la edad. Tener un guante en la bota, en cambio, permanece de por vida.

Ibai lo tiene. En su diestra. Y en su segunda temporada en el Athletic de Bilbao ha conseguido hacerse con un puesto en el equipo titular gracias a su gran golpeo. Posee también otras cualidades, por supuesto. Es un jugador rápido y desequilibrante. Sin embargo, si no fuese por su pierda derecha, Ibai Gómez jugaría en El Vecindario. Por ejemplo.

Tiene mérito doble lo que ha conseguido Ibai, entre otras cosas porque su puesto en el campo lo ocupa Iker Muniain, al que ha logrado dejar en evidencia gracias a su gran rendimiento. En San Mamés muchos se preguntan por qué Ibai no es titular indiscutible a costa del Bart Simpson de Bilbao, que lleva una temporada horrorosa. Por ahora, y mientras el centro del campo bilbaíno no cuente con Herrera-De Marcos-Iturraspe al completo, parece que la solución puede ser centrar un poco a Muniain y seguir apostando por Ibai en la izquierda. Sin embargo, cuando cada cual recupere su posición, Bielsa se va a encontrar con un importante dilema. ¿Los derechazos precedidos de vertiginosas diagonales de Ibai, o el juego cada vez más inconsistente de Muniain?


Cambiamos ahora de nombres y cambiamos de pierna, puesto que el guante de Duda está en su zurda. Gracias a su enorme habilidad para templar la pelota en el área desde la banda o a balón parado, Duda tiene un hueco en la plantilla de este atractivo y en ocasiones aplastante Málaga. De hecho, Duda es de lo poquito que queda, junto a Gámez o Welligton, del equipo que luchaba por no descender antes de la llegada de jeque. Pellegrini, conocedor de que el portugués es uno de los mejores jugadores del mundo en lo suyo, y sólo en lo suyo (el envío de balones al área), optó por mantenerlo en la plantilla. Por supuesto no es titular con asiduidad, pero cuando juega lo hace bien y varía la dinámica del equipo, encaminando el juego a aprovechar los lanzamientos de Duda.

Duda ha jugado gran parte de su vida en la banda, tanto en Málaga, como en SevillaCádiz. Pellegrini optó el año pasado y a comienzos de este por centrar su posición para aprovechar sus pases, dado que la poca velocidad y desborde que tenía se han ido y por lo tanto arrinconarlo en una banda ya no parece lo más inteligente. Aun así, en Copa ante el Eibar jugó sorprendentemente por la derecha, aunque con libertad para irse al centro.


Duda e Ibai. Ibai y Duda. Jugadores que sin su guante difícilmente habrían llegado a la élite. Háganme caso. Cojan de la mano a su hijo, sáquenlo al jardín, pónganle un pelota en el pie y pídanle que intente golpear en la vieja diana que hay colgada en la pared. Si lo consigue, busque una buena escuela de fútbol. Puede que el guante de su hijo le saque de pobre.

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