Seattle reclama su lugar en el mundo del futbol


El 3 de Agosto del 2013, Seattle Sounders, Clint Dempsey y la MLS propiciaron un nuevo golpe de efecto en el mundo del fútbol. El mejor jugador de los Estados Unidos en la actualidad, con una carrera sólida en Europa se quedaba sin sitio asegurado en el Tottenham y decidió aceptar una oferta de la MLS que venía respaldada económicamente por parte de Seattle Sounders, que semanas atrás pensaba que era un sueño de verano el poder traer a su equipo a un jugador de la talla de Dempsey. Semanas después de una dura negociación, el sueño se hacía realidad a través de cifras records para la MLS, que superaba la barrera de mayor traspaso y mayor contrato firmado con un jugador, superando las cifras de jugadores como David Beckham, Thierry Henry o Rafa Marquez.

La nueva era ha comenzado. Don Garber afirmó en su momento que la llegada a la MLS de David Beckham impulsó una MLS 2.0 que cambió la forma de ver el fútbol en Estados Unidos y empezó a hacerse un hueco en el mundo entero. A comienzos de año, cuando New York City completo todo el proceso para ser el equipo número 20 de la MLS, Garber volvió a hacer hincapié que en el 2015, año de debut del NYCFC, comenzará la nueva era la MLS 3.0. Pero nadie esperaba la llegada de Dempsey entonces, por lo que la espera hasta ese 3.0 prometido del gran jefe de la liga, se adelantó casi un año y medio antes, o al menos la espera hasta ese momento será menos traumática.

Los Sounders han dado el salto que se les exigía. Jugar a grande desde la perspectiva de un equipo grande. Sus números hablan por si solos. Una franquicia con 5 años de existencia como equipo de MLS que ha roto todas las barreras en lo social, su afluencia de público como local supera los 36.000 espectadores de media en estos cuatro años, superando incluso en varias ocasiones la barrera de los 50.000 espectadores, el atrevimiento de ser uno de los primeros equipos “modernos”, que es cercano con sus fans y que respetan al máximo la relación con todos sus clientes y proveedores. Su mercado no sólo local sino que se expande por todo el territorio de los Estados Unidos. Pero todo esto no se reproduce en éxitos deportivos de gran calibre. Han conquistado 3 US Open Cup de forma consecutiva, (2009 a 2011) pero su paso por la MLS ha sido un desencanto continuo. Sus temporadas regulares siempre estaban al nivel lógico de un buen equipo en la liga, pero los Play Off nunca se adaptó y tan solo el pasado año fue la primera vez que logró avanzar en una eliminatoria por el título ya que en sus 3 ocasiones anteriores había caído a las primeras de cambio.

Este año 2013 fue el del cambio. Seattle Sounders con Sigi Schmid, su entrenador durante todas sus temporadas en la MLS, decidieron afrontar un nuevo proyecto deportivo. La salida del hasta entonces máximo referente e imagen del equipo, Freddy Montero (quien a día de hoy se esta saliendo en Portugal con el Sporting de Lisboa), ponía punto y aparte en la búsqueda del triunfo para el equipo verde esmeralda. El último año había llegado al equipo de forma rebotada un Eddie Johnson que renació en la MLS alcanzando un nivel que a día de hoy no encuentra techo, mientras que la llegada de nuevos talentos como DeAndre Yedlin o jugadores que han dado un gran salto hacia adelante como Lamar Neagle, han hecho que los Sounders afrontarán el futuro con cierto optimismo, aunque en boca de todos se esperaba el desembolso económico prometido por sus dueños, cuatro socios multimillonarios.
Adrian Hanauer , Paul Allen, Joe Roth y Drew Carey, los cuatro dueños del equipo, poseen el colchón económico para afrontar grandes fichajes y establecerse como uno de los equipos con más potencial de la MLS. 5 años han tenido que pasar para que de forma definitiva los fans de los Sounders vean como sus dueños invierten en jugadores “estrella”. En primer lugar fue Obafemi Martins, una negociación muy complicado que a punto estuvo de romperse por la negativa del jugador a tener paciencia con el Levante. Una inversión total de más de $10M que solo era el preámbulo de lo que meses después se conociera como el #WatchDempsey.

Dice la historia que nadie creyó a Jorge Perea, un aficionado al fútbol que se encontró con Dempsey en un aeropuerto de San Francisco, donde el propio jugador le reconoció que dormiría esa misma noche en Seattle donde negociaria su fichaje al equipo. Las burlas, chistes y la famosa ya etiqueta #WatchDempsey formó parte durante 36 horas del humor más grande conocido hasta la fecha sobre la MLS. Pero no, esta vez iba en serio. La MLS de la mano de Seattle Sounders estaban en disposición de afrontar una operación que supera los $40M, una cifra muy lejana y que prácticamente superaba toda la inversión hecha en los Sounders en sus 4 años anteriores en la liga. El es Clint Dempsey, un ídolo local que en su mejor momento en el fútbol europeo decide abandonarlo para regresar a la MLS, la liga que le vio debutar profesionalmente.

Dempsey rompía todas las previsiones y en su primer partido en el Century Link Field 15 días más tarde de su presentación, las entradas se agotaron al día siguiente de ser presentado. La reventa se disparó por conseguir estar presente en el estadio donde la capacidad del mismo se ha visto obligada a pasar de los 38.000 espectadores habituales a los 55.000 o como el caso de su primer partido al lleno absoluto. El círculo se cerraba en la franquicia de Seattle. Después de llevar a cabo un plan social modélico y sin lugar a dudas de éxito total, se rodeaba por entonces con la llegada de un fichaje que alimentaba de un plumazo a toda la masa de fans inquietantes por ver si su equipo podía aspirar a algo más que lo visto hasta ese momento y sobre todo porque era el golpe de efecto necesario para decir que a partir de ahora los Sounders son el equipo a batir.

Tal inversión conlleva unos riesgos. Y esos riesgos pasan por los triunfos. Hasta el momento y desde la llegada de Dempsey el equipo ha pasado de estar situado en 14 posición de la liga a liderar la MLS en tan solo 2 meses. Los Sounders han ganado 7 partidos y tan solo han caído derrotados en 1 ocasión desde el anuncio del fichaje de Dempsey, el cual por cierto ha jugado en 5 partidos sin marcar un gol y mucho menos una asistencia, lo que les ha llevado a ser el equipo número uno y aspirar seriamente a conquistar la Supporter Shields, que premia al mejor equipo de la temporada regular. A pesar del calendario complicado que le resta por delante, el equipo dirigido por Sigi Schmid en el banquillo, ha cambiado enormemente. Ya no es un aspirante con un buen envoltorio que llama la atención. Ahora es más, una franquicia que se adelantado a la MLS 3.0 y lo hace con un equilibrio social espléndido, una apuesta por una gran inversión económica y un producto deportivo al que sólo le resta un título importante para darle continuidad. El fútbol y los fans de los Estados Unidos están de enhorabuena.

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