Begiristain-Mancini: con la mosca tras la oreja

De todos es conocido el especial énfasis que tiene el dueño del Manchester City por ganar una Champions. Una obsesión que a golpe de talonario quiere conseguir y no parará hasta lograr su objetivo, cual Abramovich con su Chelsea.

Esa meta le llevó a comenzar una revolución en el conjunto Skyblue y transformarlo en lo que es hoy día: un club respetado, construido a base de millones, pero muy lejos de lo que era cuando llegaron los Robinho, Lescott y compañía. Varias campañas después, el City logró alzarse con la Premier League, aunque fuera ganándole al QPR en la última jornada.

El único problema era Mancini, un técnico que no llega a gustar a todos por sus alineaciones y mentalidad puramente defensiva. En lo que a plantilla se refiere, los Citizens tienen la obligación de acabar la temporada en puestos de Liga de Campeones.

Visto lo visto, y con semejante panorama, parecía claro que el próximo paso era una mejora de la estructura interna del equipo técnico, siendo como fichaje estrella la incorporación de Begiristain.

Mano derecha de Guardiola en el Barcelona,Txiki fue uno de los culpables de la resurrección de los culés, contratando entre otros a Rijkaard, Ronaldinho, Eto'o y Deco en una época donde los azulgranas habían tocado fondo previamente con Van Gaal. Unido a los insistentes rumores de prensa apuntando a la llegada de Guardiola al Etihad Stadium, la llegada del secretario técnico es, cuanto menos, enigmática para el futuro de Mancini. Yo en su lugar andaría mosca.

He dicho.