La reubicación y reinvención de D. Luiz
Entre Nochebuena y Nochevieja el mayor quebradero de cabeza para muchos de nosotros es qué asar en la chimenea. La morcilla nos encanta, pero el chorizo tampoco está mal. ¿O quizá esas salchichas tan ricas de la carnicería que acaban de abrir?. Por suerte el Boxing Day aparece entre alimento y alimento para romper esa bendita monotonía que se adueña de nosotros en Navidad.
Y la jornada nos dejó importantes conclusiones. Brendan Rodgers las va a pasar canutas en Liverpool, el Manchester aspira a batir todos los récords de remontadas en el último minuto, Adam Johnson sigue aspirando a convertirse en el crack que prometía ser, el Everton de David Moyes tiene rasgos de club grande, Berbatov morirá siendo genio y figura…
Nada de esto iguala, sin embargo, a las sensaciones que emana David Luiz jugando como centrocampista creativo en el Chelsea. Normalmente, cuando un defensa central es reubicado en el once como mediocampista, cabe deducir que se trata de una estrategia defensiva que pretende mejorar la retaguardia del equipo colocando en el medio a un futbolista con nociones defensivas que apuntale al equipo atrás. Con David Luiz este fenómeno no tiene lugar. Entre otras cosas porque sus nociones defensivas brillan por su ausencia.
Rafa Benítez, obseso de la disciplina defensiva con todo equipo al que ha entrenado, es incapaz de considerar a David Luiz como central titular en el Chelsea. Un conjunto entrenado por el madrileño jugará con Victor Moses de portero antes que con un futbolista como David Luiz de defensa central. Y eso que lo ha intentado.
No obstante, Benítez también sabe que no puede quitarse al brasileño de en medio vendiéndolo a otro equipo. David Luiz llegó al Chelsea por una millonada y además cuenta con un cartel maravilloso en Europa, por lo que sería una irresponsabilidad venderlo. Por ende, el brasileño tiene calidad, para qué negarlo. Benitez sabe que es un gran jugador pero no para el puesto en el que lleva jugando años. De modo que, o apostaba por una defensa de cinco, o lo reubicaba de lateral. Ninguna de estas opciones convenció al técnico español, por lo que decidió matar dos pájaros de un tiro. Si no confía en David Luiz como central por su excesiva tendencia a mirar hacia la portería rival y si en el centro del campo no encuentra al hombre que necesita para hacer funcionar al equipo, colocar a David Luiz en esa posición consigue reforzar la defensa (paradójicamente) y obtener aire fresco para la posición de mediocentro, que tanta falta le hace al equipo. Y así hizo, sobre todo después de conocerse la gravedad de la lesión de Oriol Romeu, hecho que precipitó los acontecimientos.
Gary Cahill pasó al flanco derecho de la zaga blue, Ivanovic abandonó el lateral derecho y se colocó en el flanco izquierdo, Azpilicueta entró en el once y Ashley Cole se mantuvo en el lateral izquierdo. Benítez encontró así la línea defensiva de cuatro que quiere mantener y en la que confiará de aquí en adelante (a priori, Terry acompañará en el banco a Lampard). Así, Mikel se mantiene en el centro del campo como jugador clave tanto en la destrucción del juego rival como en la base de la jugada del Chelsea, apoyándose en David Luiz, que se mantendrá a su lado para dotar de verticalidad al equipo en el mediocampo, aunque suene extraño hablando de un central. Arriba, Mata parece inamovible en la mediapunta, mientras que Óscar, Moses y Hazard alternarán en los costados.Torres seguirá inamovible arriba y Cech en puerta.
Son ya tres los partidos que David Luiz ha disputado como mediocentro, uno en el Mundial de Clubes y dos en Premier League, y el balance no puede ser más positivo. El Chelsea ha ganado los tres partidos, marcando un total de 12 goles (pobre Aston Villa) y sin encajar tanto alguno.
Por supuesto, David Luiz no es mediocentro. Tiene serios déficits en esa posición táctica y posicionalmente, no entiende cuando debe jugar el balón en corto y cuando hacerlo en largo, y en ocasiones se le ve desorientado, deambulando sobre el terreno de juego junto Mikel. Sin embargo, cuando el brasileño recibe tiene las ideas claras, busca asociarse e inicia la carrera hacia la portería contraria al más puro estilo Óliver y Benji. Además, aporta disparo desde lejos, juego por alto y solidez defensiva cuando el equipo no tiene el balón. Se mueve por delante de Mikel, que es el que inicia la jugada, y alrededor de Mata, que es el que enlaza, y una vez en tres cuartos de campo aporta soluciones nuevas que antes el equipo no tenía.
Si los resultados y las sensaciones siguen acompañando al Chelsea, cabría preguntarse dos cosas:
- ¿Ha inventado Benítez un nuevo concepto de centrocampista ofensivo?
- ¿Qué hará Brasil con David Luiz si sigue jugando de mediocentro, posición que precisamente la canarinha necesita cubrir (salvo Fernandinho y Lucas Leiva, no posee jugadores para esa posición).
En unos meses tendremos la respuesta.
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